Oncología médica
Autor/es: Dr. Joan Carles i Galceran
Tipos de tratamiento
Se trata de un tumor localizado en el intestino grueso y que precisa de un tratamiento multidisciplinar en el que deben participar digestólogos, patólogos, radiólogos, genetistas, cirujanos, oncólogos médicos y oncólogos radioterapeutas.
Consiste en la clasificación pronóstica de una enfermedad neoplásica. En todos los tumores se realiza y en función del pronóstico de la enfermedad se indican una serie de tratamientos, ya sean quirúrgicos, de quimioterapia, o bien de radioterapia.
Sin duda siempre que sea posible la cirugía radical oncológica.
El tratamiento de quimioterapia consiste en la administración de una serie de fármacos por la vena o bien por vía oral. Estos fármacos tienen una serie de efectos indeseables que siempre deben comentarse con el médico responsable de su tratamiento.
Los tipos de quimitoerapia dependerán del estadio de la enfermedad y cabe la posibilidad de que ésta no deba administrarse después de una cirugía. No debemos olvidar que el tratamiento dependerá de la edad, pronóstico de vida del enfermo y estado general.
Existen fundamentalmente dos tipos:
1.- Una denominada complementaria o adyuvante que es aquella que se administra después de un tratamiento quirúrgico y es aquella que se conoce como preventiva. Habitualmente tiene una duración de seis meses.
2.- Otro tipo de quimioterapia es aquella que se administra en enfermedad avanzada y aporta un beneficio al enfermo tanto en calidad de vida como en supervivencia.
3.- En situaciones especiales los pacientes pueden tratarse con quimioterapia y si responden plantear un tratamiento quirúrgico de la metástasis.
El pelo cae en función de los fármacos que se empleen como tratamiento. Esto se lo comentará su médico en función de la combinación de fármacos que emplee.
Son máquinas o aparatos de presión que administran un fármaco lentamente a lo largo de muchas horas y que permiten al enfermo realizar su vida cotidiana. Precisan de unos sistemas de colocación subcutánea para poder conectar el catéter y tener acceso al riego sanguíneo (se conocen como port-a-cath)
Habitualmente al cabo de 2-3 meses, pues su caída se produce de raíz.
Habitualmente no, pues se trata de fármacos fotosensibilizantes.
Lo mejor es que se lo comente su médico pues depende de los fármacos que vaya a emplear. No debe olvidar que en el tratamiento de esta enfermedad se utilizan cuatro citostáticos fundamentales y en la actualidad ya se incorporan anticuerpos dirigidos contra las células tumorales y antiangiogénicos.
Sin duda, pues facilita la eliminación de estos fármacos que mayoritariamente tienen metabolismo renal o hepático.
Sí, consulte con su médico pues es un campo que cambia continuamente.