Notícia destacada: Abierta la Convocatoria de becas de investigación 2024/25 sobre cáncer colorectal.

Cirugía de colon

Autor/es: Dr. Albert Navarro Luna, Dra. Mª Antonia Lequerica Cabello y Dra. Raquel Sáez Redín

Objetivo de la operación

El objetivo de la operación es resecar una porción de intestino grueso que englobe el tumor, así como todo su territorio de drenaje linfático. Además debe tener unos márgenes mínimos que permitan reducir al máximo las posibilidades de que vuelva a crecer el tumor en la zona. Con esta operación intentamos reducir al máximo las posibilidades de que se reproduzca tanto a nivel local (recidiva local) como a distancia (metástasis).

¿Qué debo hacer antes de operarme?

Siempre será su médico quién le indique los pasos a seguir, pero, como norma, antes de la operación será muy importante hacer una serie de pruebas para intentar averiguar hasta donde se ha extendido el tumor. Estas pruebas se conocen como ‘estudio de extensión’. Estas pruebas se conocen como ‘estudio de extensión’. Entre éstas, podemos enunciar, además de la fibrocolonoscopia para localizar el tumor y descartar la existencia de otros tumores en el colon, el TAC abdominal, y torácico en algunas situaciones, la radiografía de tórax, la ecografía abdominal y analítica de sangre con un marcador determinado que es el C.E.A. El estudio preoperatorio (RX de Tórax, electrocardiograma y una analítica de sangre en la que no falten las pruebas de coagulación) son exámenes imprescindibles para toda intervención quirúrgica.

El día antes de la operación y de no existir algo que lo contraindique, su médico le indicará la práctica de lo que se conoce como lavado de colon o preparación mecánica del colon que tiene como objetivo dejar limpio el interior del colon para minimizar los riesgos de complicaciones de tipo infeccioso. Es posible que ya haya sido sometido antes al lavado del colon para la práctica de la colonoscopia por lo que esta preparación le será familiar.

Para la operación será imprescindible un mínimo de 6 a 8 horas sin ingesta de ningún tipo de alimento. Su médico le dirá en cada caso a qué hora concreta puede tomar los últimos alimentos.

La otra forma de intentar reducir al máximo las complicaciones infecciosas es mediante la administración de antibióticos que se suelen dar justo antes o durante la operación. El que se den o no después de la operación es una decisión que tomará el médico después de la evolución de la operación. Hay que señalar que si el tratamiento con antibióticos después de la operación no es necesario, el administrarlos no aportará ningún efecto beneficioso y en cambio puede aportar algún efecto indeseable. La decisión será del cirujano tras la intervención quirúrgica.

¿Cómo será la operación si el tumor está en el colon?

El tratamiento del cáncer de colon es, salvo excepciones, la cirugía. Sólo en aquellas situaciones en que el tumor sea muy pequeño e inicial, se podrá sacar mediante la colonoscopia, siendo esto suficiente si la biopsia que se realizará luego no aconseja la práctica de una operación. Otra situación en la que la operación no es el tratamiento inicial es cuando el tumor está muy diseminado y se considera mejor para el paciente empezar el tratamiento con quimioterapia.

A grandes rasgos, hay tres tipos de operación, según esté localizada la lesión.

-Si está localizada en el ciego, colon derecho o en la parte más cercana al lado derecho del colon transverso (ángulo hepático), la operación será una ‘hemicolectomía derecha’ que extirpa el ciego, colon derecho y una parte a decidir en la intervención del colon transverso, Tras la resección se practicará una sutura entre el final del intestino delgado y el colon transvers.

-Si está en el colon izquierdo o parte izquierda del colon transverso (ángulo esplénico) se practicará, generalmente, una ‘hemicolectomía izquierda’ en el que se reseca el sigma y el colon izquierdo. La sutura se hace entre la zona de unión de recto y sigma, y el colon transverso .

– Cuando la lesión está situada en el sigma se resecará la parte alta del recto y el sigma , haciendo una sutura entre colon izquierdo y recto

– Si está en colon transverso habrá que decidir en la intervención el tipo de resección: ‘hemicolectomía derecha ampliada’ o ‘hemicolectomía izquierda ampliada’.

Existen otras opciones cuya explicación comportaría un grado innecesario de complejidad.

En todas estas situaciones NUNCA es necesario practicar un estoma o ‘bolsa’, salvo que sea preciso por algún motivo de tipo técnico.

La laparoscopia es una técnica quirúrgica que comporta el realizar una operación colocando unos instrumentos a través de pequeños orificios para poder llevar a cabo, en el caso del cáncer colorrectal, la resección del tramo que contiene el tumor. Mediante esta técnica se consigue un menor dolor postoperatorio y una menor estancia en la clínica. La posibilidad de practicar la intervención mediante esta técnica le será explicada por su cirujano y dependerá de varios factores como el tamaño y localización del tumor por ejemplo, ya que es muy importante que esta técnica le pueda garantizar en su caso unos resultados igual de buenos que con la operación ‘abierta’.

Por desgracia toda operación quirúrgica comporta siempre un riesgo, generalmente bajo, de complicaciones. En el caso de la operación por cáncer de colon y recto, las complicaciones principales que se deben destacar son ante todo que existe la posibilidad de que los puntos de sutura del intestino se abran, se llama fallo de sutura. Esto, aunque poco frecuente (menos de un 6 por ciento aproximadamente), es bastante grave y generalmente es necesario efectuar una reintervención . La infección de la herida de la piel es una complicación algo más frecuente pero mucho menos grave y se soluciona con curas periódicas. Otras complicaciones menos frecuentes le serán informadas por su cirujano, según cada caso específico.

Después de la operación

Generalmente, después de salir de quirófano llevará una sonda en la nariz, una sonda para orinar, los sueros y en ocasiones un tubo de drenaje. Conforme pasen los días se irán retirando todos los tubos progresivamente. Hacia el segundo día se acostumbra a iniciar la ingesta de líquidos que luego se va progresando hasta una alimentación normal El alta se acostumbra a dar hacia el 7º / 8º día si no hay ningún problema.

Al cabo de 5-7 días de la operación se tendrán los resultados de las biopsias de todos los tejidos que se han extirpado y con ese resultado, el oncólogo decidirá si debe hacer algún tratamiento más (quimioterapia o radioterapia).

Tras la operación deberá tener cuidado de no hacer esfuerzos violentos durante unas 4-6 semanas. Podrá comer prácticamente de todo. Puede ser que note algún cambio en el ritmo de las deposiciones, aunque dependerá del tipo de operación realizado. En los casos de operación por cáncer de recto existe la posibilidad de que quede, generalmente de forma temporal, algún tipo de trastorno en el momento de efectuar la deposición. Con menos frecuencia, puede ser que queden alteraciones, casi siempre temporales, en la micción o en la función sexual. Su cirujano le ampliará todos estos puntos según el tipo de operación realizada.

Cirugía de recto

Objetivo de la operación

El objetivo de la operación es resecar una porción de intestino grueso que englobe el tumor, así como todo su territorio de drenaje linfático. Además, debe tener unos márgenes mínimos que permitan reducir al máximo las posibilidades de que vuelva a crecer el tumor en la zona Con esta operación intentamos reducir al máximo las posibilidades de que se reproduzca tanto a nivel local (recidiva local) como a distancia (metástasis).

¿Qué debo hacer antes de operarme?

Siempre será su médico quien le indique los pasos a seguir, pero como norma, antes de la operación será muy importante hacer una serie de pruebas para intentar averiguar hasta donde se ha extendido el tumor Estas pruebas se conocen como ‘estudio de extensión’. Entre éstas, podemos enunciar, además de la fibrocolonoscopia para localizar el tumor y descartar la existencia de otros tumores en el colon, el TAC abdominal, y torácico en algunas situaciones, la radiografía de tórax, la ecografía abdominal y analítica de sangre con un marcador determinado que es el C.E.A. El estudio preoperatorio (RX de Tórax, electrocardiograma y una analítica de sangre en la que no falten las pruebas de coagulación) son exámenes imprescindibles para toda intervención quirúrgica.

El día antes de la operación y de no existir algo que lo contraindique, su médico le indicará la práctica de lo que se conoce como lavado de colon o preparación mecánica del colon que tiene como objetivo dejar limpio el interior del colon para minimizar los riesgos de complicaciones de tipo infeccioso Es posible que ya haya sido sometido antes al lavado del colon para la práctica de la colonoscopia por lo que esta preparación le será familiar.

Para la operación será imprescindible un mínimo de 6 a 8 horas sin ingesta de ningún tipo de alimento. Su médico le dirá en cada caso a qué hora concreta puede tomar los últimos alimentos.

La otra forma de intentar reducir al máximo las complicaciones infecciosas es mediante la administración de antibióticos que se suelen dar justo antes o durante la operación. El que se den o no después de la operación es una decisión que tomará el médico después de la evolución de la operación. Hay que señalar que si el tratamiento con antibióticos después de la operación no es necesario, el administrarlos no aportará ningún efecto beneficioso y en cambio puede aportar algún efecto indeseable. La decisión será del cirujano tras la intervención quirúrgica.

¿Cómo será la operación?

La cirugía del cáncer de recto es más compleja en todos los aspectos que la del colon. Los diferentes tipos de tratamiento dependerán de la situación del tumor y del momento evolutivo en que se diagnostica.

Primero se efectuará, como ya se ha mencionado, el estudio de extensión, en el cual será importante la práctica si es posible de una ecografía endorrectal para ver el nivel de invasión local del tumor. Otra opción para conocer el nivel de invasión es la resonancia magnética.

El recto es la parte final del intestino grueso Según la localización, su nivel de invasión visto por la ecografía endorrectal o la resonancia magnética, y la existencia o no de diseminación a distancia, las opciones serán:

1.- Cirugía como primer tratamiento con extirpación de un segmento de intestino que incluirá el sigma y el recto Según la cercanía del tumor a los esfínteres anales y las características técnicas de la intervención,se podrá hacer una sutura o empalme entre el colon y el recto . o podrá ser necesaria la extirpación del ano con la colocación de una colostomía (estoma o ‘bolsa’) definitiva. Cuando no sea necesaria la extirpación del ano, en algunos casos sí será necesario dejar un estoma (‘bolsa’) de protección, de forma temporal durante unos meses.

2.-Primeramente, tratamiento con radioterapia y quimioterapia durante unas 5 semanas aproximadamente. aproximadament. Luego, extirpación del tumor e intestino como en el apartado anterior.

3.- En casos muy seleccionados de tumores muy pequeños podrá ser suficiente la resección local a través del ano, con endoscopia o con cirugía.

La laparoscopia es una técnica quirúrgica que comporta el realizar una operación colocando unos instrumentos a través de pequeños orificios para poder llevar a cabo, en el caso del cáncer colorrectal, la resección del tramo que contiene el tumor. Mediante esta técnica se consigue un menor dolor postoperatorio y una menor estancia en la clínica.

La posibilidad de practicar la intervención mediante esta técnica le será explicada por su cirujano y dependerá de varios factores como el tamaño y localización del tumor por ejemplo, ya que es muy importante que esta técnica le pueda garantizar en su caso unos resultados igual de buenos que con la operación ‘abierta’.

Por desgracia toda operación quirúrgica comporta siempre un riesgo, generalmente bajo, de complicaciones. En el caso de la operación por cáncer de colon y recto, las complicaciones principales que se deben destacar son ante todo que existe la posibilidad de que los puntos de sutura del intestino se abran, a lo que se denomina fallo de sutura. Esto, aunque poco frecuente (menos de un 6 por ciento aproximadamente), es bastante grave y generalmente es necesario efectuar una reintervención. La infección de la herida de la piel es una complicación algo más frecuente pero mucho menos grave y se soluciona con curas periódicas. Otras complicaciones menos frecuentes le serán informadas por su cirujano, según cada caso específico.

Después de la operación

Generalmente, después de salir de quirófano llevará una sonda en la nariz, una sonda para orinar, los sueros y en ocasiones un tubo de drenaje. Conforme pasen los días se irán retirando todos los tubos progresivamente. Hacia el segundo día se acostumbra a iniciar la ingesta de líquidos que luego se va progresando hasta una alimentación normal. El alta se acostumbra a dar hacia el 7º / 8º día si no hay ningún problema.

Al cabo de 5-7 días de la operación se tendrán los resultados de las biopsias de todos los tejidos que se han extirpado y con ese resultado, el oncólogo decidirá si debe hacer algún tratamiento más (quimioterapia o radioterapia).

Tras la operación deberá tener cuidado de no hacer esfuerzos violentos durante unas 4-6 semanas. Podrá comer prácticamente de todo. Puede ser que note algún cambio en el ritmo de las deposiciones, aunque dependerá del tipo de operación realizado. En los casos de operación por cáncer de recto existe la posibilidad de que quede, generalmente de forma temporal, algún tipo de trastorno en el momento de efectuar la deposición. Con menos frecuencia, puede ser que queden alteraciones, casi siempre temporales, en la micción o en la función sexual. Su cirujano le ampliará todos estos puntos según el tipo de operación realizada.

Ano contranatura

Un estoma o ‘bolsa’, o ano contranatura, es el abocamiento del intestino a la piel del abdomen También se denomina colostomía o ileostomía, según donde esté situada El contenido intestinal fluirá directamente y sin control al interior de una bolsa de plástico especialmente diseñada para ello. Se puede hacer una vida prácticamente normal. Únicamente se debe cambiar periódicamente la bolsa de plástico que se hallará adherida a la piel.

No necesariamente, ni mucho menos. Tan solo se debe hacer un estoma o’bolsa’ cuando el tumor se halla en la parte final del recto. En estas situaciones generalmente el estoma es definitivo. En algunas ocasiones se hace un estoma en tumores con otras localizaciones, pero acostumbra a ser siempre temporal.

En el caso en que sea necesaria la práctica de una ‘bolsa’ o estoma definitivo, su vida debe cambiar tan solo mínimamente, pues podrá hacer prácticamente lo mismo que antes, como hacer deporte, bañarse, viajes, etc. Sólo necesitará un buen asesoramiento por parte de una persona especializada en el cuidado de los estomas (estomaterapeuta).